Lo prometido es deuda. En un post anterior os había prometido hablaros de un truco que hago en las clases para que los niños atiendan. Se trata de un sistema de mascotas.
Cada clase tiene su mascota, que son marionetas de tela. Los del A tienen a Fishy un delfín , los del B tienen a Froggy una rana y los del C tienen a Buzzy una abeja.
Cada día, al comenzar la clase, coloco la mascota correspondiente en un tendal ( bueno es una cuerda que va de pared a pared).
Cada vez que un niño hace algo bueno, muevo la mascota en el tendal y cada vez que alguien no atiende o molesta muevo la mascota hacia atrás. No digo ni mu, ya se encargan ellos de dar codazos al que está molestando para que pare.
La finalidad es que al acabar la clase, la mascota llegue al final del tendal. La clase que más veces consigue que la mascota llegue al final del tendal gana un premio, todos los miembros de esa clase, pero lo que más les gusta es que los compañeros de las clases no ganadoras les hagan un pasillo y les aplaudan, eso si que les gusta, se sienten súper importantes.
Señoras y señores tengo el honor de presentarles a Fishy, Froggy y Buzzy!!!
Aquí vemos a Buzzy llegando al final del tendal.
Aquí vemos a Froggy!
Aquí vemos a Fishy!
¿Quereis saber quien va ganando hasta la fecha?
Froggy! los niños de segundo B.
Realmente funciona! los niños es lo primero que les cuentan a sus padres, si Froggy, Fishy o Buzzy llegaron al final del tendal.
En el próximo post os cuento mi obsesión con las cortinas de baño y sábanas, como decoración para el aula.
Un besín.
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